El Rincón del Músico

Vuelve una de las secciones más asiduas ultimamente en nuestro blog de Pasión en Sanlúcar, hoy, nuestro músico hace un esfuerzo y nos comenta la marcha; Madrugá de Canela y Clavo y también una de Puntas; Pastora de Capuchinos. Además nos recomienda una marcha fúnebre que merece la pena escuchar una y otra vez...

Madrugá de canela y clavo: Marcha aflamencada dedicada a la Dolorosa de la Hermandad de los Gitanos en 2009 por el autor natural de Alcalá del Río y profesor de trompeta Juan Manuel Velázquez. Comienza con un sólo de flauta, que se repetirá dos veces a modo de intro con la madera en pianísimo y luego en forte en tutti de toda la banda. Estructura básica de marcha procesional a partir de aquí, en la que nos encontramos el tema A repetido como segunda en contrapunto, fuerte de bajos, puente al trío y trio, con su piano en primera instancia y en forte como segunda y añadido de cornetas. Abusa de cadencias y ritmos andaluces excesivamente utilizados en mi opinión, cuando a la música regionalista se le puede sacar mucho mas partido.

Pastora de Capuchinos: Marcha lenta compuesta por Juan José Puntas y dedicada a la imagen gloriosa de la divina pastora de las almas de capuchinos en Sevilla. Excepto el comienzo que en este caso es en modo mayor y de forma marcial, el resto de la marcha se desarrollará estructuralmente de idéntica forma que la anterior, sustituyendo el punete hacia el trio por la reposición del comienzo. Al igual que la anterior recurre a elementos tópicos de la musica regionalista en exceso, usando esquemas casi idénticos a su otra marcha "A ti, Manué".

Mi recomendación de hoy es la marcha fúnebre CRISTO DE LA EXPIRACIÓN

Cristo de la Expiración: Extraordinaria y sobrecogedora marcha fúnebre compuesta por el genial y prolífico autor militar jerezano Germán Álvarez Beigbeder en 1921 y dedicada al Santísimo Cristo de la Expiración de Jerez de la Frontera.Marcha en la que existe un especial predominio de los metales sobre el resto de instrumentos. La forma de instrumentar de este autor era única, un bloque bien construido en la que cada instrumento actuaba en consecuencia con su timbre y con la intención de cada pasaje. Estructuralmente la marcha no sigue una línea clara por lo que como se indica es lineal, aunque la parte final la reconocemos como trío. Esta marcha se encuentra dentro de las llamadas minimalistas, en las que un mismo motivo sirve para crear cada pasaje de la marcha, haciendo variaciones que hace que parezca que cada vez es uno diferente, aunque la intencionalidad es la misma.El comienzo es un marcial y portentoso llanto de metales que concluye en un pasaje en la que el bajo mantiene la nota para dotar de agresividad el pasaje. Desembocará en un tema lineal con una serie de progresiones tonales que siempre te irán recordando el inicio de la marcha. El papel del bajo en esta marcha es especialmente destacable por lo distinto. Tras esto reponemos el principio junto a una llamadas de metales que la madera sutilmente contestará. Tras varias divagaciones nos adentramos en el dulcísimo trío de la marcha que no es más que una saeta jerezana. De forma alterna las maderas contestarán en segundo plano a la melodía planteada por el trío. Culminará la marcha de forma lúgubre apagándose progresivamente.