El Pregón Soleano de Rocío Castaño

Sonaba "Soleá, dame la mano" en el comienzo de un pregón que estaba apunto de iniciarse de la mano de una cofrade con mayúsculas, como así dijo su presentador.

Tras las palabras de Ángel Cárdenas presentando el acto y Antonio Manuel Ríos dándo a conocer un poco a la pregonera, se escuchó "Virgen del Valle" con melodías de un violín que aceleraba el corazón de la protagonista. La Virgen de la Soledad la esperaba en el altar, ataviada de luto, pero feliz de tener a sus plantas a su hija Rocío.
La joven periodista inició con nervios y respeto su pregón, un texto lleno de sensibilidad, vivencias y un profundo amor a la Virgen del Sábado Santo. Un recorrido por el año de la Hermandad, desde el 15 de agosto y hasta el cierre de las puertas del Sábado de la Estación Penitencial. Recuerdos a los enfermos y a los que sufren la crisis, a su Hermandad del Rocío, añoranza por aquellos nazarenos que formaban un cortejo infinito, anécdotas y momentos vividos bajo el antifaz negro y con el micrófono de Solúcar Radio, transmitiendo a todos los sanluqueños los sonidos de la Semana Santa.

Un pregón joven y sobretodo soleano, que dejó con muy buen sabor de boca a los asistentes que llenaron la capilla del Dulce Nombre, prueba de ello fue el enorme aplauso que arropó a la pregonera en su final. Para cerrar el acto, sonó "Amarguras" y el Hermano Mayor hizo entrega de un cuadro con una fotografía de la Virgen a Rocío, como recuerdo de esta noche.